Hola te cuento una experiencia personal,
Sucedió cuando era adolescente y me encontraba estudiado en una academia pre-universitaria, ahí conocí a un profesor que enseñaba el curso de física, él tendría alrededor de 35 años y nos relataba que había estudiado y culminado sus estudios de ingeniería civil en una de las mejores universidades del país.
Yo ahora soy ingeniero civil, en ese momento yo quería estudiar ingeniería civil, así que observaba de manera especial a este profesor, ya que supuestamente yo seguiría sus pasos.
Un día le propuse que cuente a la clase que curso le gustó más en su carrera, él dijo definitivamente física, él se encontraba enseñando física en la academia, eso tenía mucha lógica, pero ahí comenzaron a llover las preguntas de mis compañeros y llegó la pregunta que puso en apuros al recordado profesor, ¿Por qué no se encuentra trabajando como ingeniero ahora?
A lo que después de un breve silencio respondió con algo de frustración “No he hecho mi tesis, no tengo título, no puedo ejercer legalmente la profesión y si trabajo como ingeniero ayudante gano menos de lo que gano acá en la academia como profesor y si me pongo a hacer mi tesis, quien me va a mantener a mí y a mi familia”.
En ese momento sentí una gran decepción interior, toda mi ilusión de querer estudiar esa profesión se desvaneció porque me dije a mi mismo, que tonto sería estudiar, esforzarse y luego resignarse a no culminar, no desarrollar mi tesis y no ejercer la carrera que estudié.
Esa duda persistió en mi mente así que consulté con otros profesores y les hice la misma pregunta pero sin contarles que ya lo habíamos hecho antes con el profesor de física, hasta que un profesor de geometría me dio la respuesta que le dio sentido a todo en ese momento en mi mente, Su respuesta fue “Yo estudié ingeniería porque siempre me gustaron los números, ahora sé que me gustan los números y me seguirán apasionando, pero me he dado cuenta que no me gusta la ingeniería, así que estoy estudiando docencia y me encanta lo que hago, enseñar”.
Te das cuenta de la diferencia de las dos respuestas, mientras en el primer caso el profesor de física no estaba contento con lo que hacía buscaba motivos para justificar su insatisfacción profesional y laboral, mientras que el profesor de geometría descubrió en el camino su verdadera vocación y se atrevió a empezar de nuevo, pero con una base más sólida.
Eso es lo que quiero que me entiendas, es importante que en esta etapa de tu vida seas sincero contigo mismo, sólo así podrás vivir y hacer aquello que te hace feliz y encontraras las fuerzas necesarias para oponerte a las adversidades y vencerlas.
Un abrazo,
Fernando Calagua
